Jugamos al KIN-BALL en Madrid
Preparándonos para los torneos que vienen y siempre intentando mejorar al tiempo que nos divertimos. Un sábado más en los entrenamiento del B105 KIN-BALL Club. En Vallecas tuvimos un sesión en la que practicamos dos destrezas básicas de este deporte: deslizar para salvar balones en defensa, y golpeos rápidos para marcar punto. Un sábado gigante más.
Este sábado de mitad de febrero nos subimos al norte, al Pabellón de la Universidad Autónoma en Cantoblanco. Estuvimos dos horas dándole duro a la pelota gigante. Por un lado, estuvimos deslizando mucho, una de las destrezas básicas de todo jugador de KIN-BALL (¿o se dice kimbol?). Y luego lo estuvimos poniendo en práctica en sesenta minutos de partidos. Un sábado más, podemos calificar este entrenamiento del B105 KIN-BALL Club como un éxito.
Un sábado más, otro entrenamiento del B105 KIN-BALL Club. Y, una vez más, otro sábado gigante. Ver cómo sigue habiendo pasión por este deporte te anima a seguir creyendo que jugar al KIN-BALL en Madrid es algo que puede calar. Dos horas de diversión, sí, y de entrenamiento físico, que no falte. Además, en paralelo contamos con la presencia de un grupo scout que conocieron el KIN-BALL y que, quién sabe, a lo mejor son los campeones del futuro.
Tercer entrenamiento del año del B105 KIN-BALL Club. Una vez más, estuvimos en el pabellón de la Universidad Politécnica de Vallecas. Y una vez más tuvimos una buena asistencia de gente, con especial presencia de canteranos llegados del noroeste de Madrid. Seguimos practicando nuestra habilidades individuales y en equipo, a la vez que lo pasamos en grande. Lo que tiene que ser el KIN-BALL, vaya.
Segundo entrenamiento del B105 KIN-BALL Club en este 2019. Estamos de nuevo en una buena racha porque volvimos a tener una sesión con 16 personas, una gran cifra. Además, parece que vamos a enganchar a nuevos kinballeros, otra cosa que siempre nos alegra. Porque que el KIN-BALL en Madrid siga creciendo siempre es bueno.
Llegó el 2019 y llegó el primer entrenamiento del año del B105 KIN-BALL Club. Dos horitas en la Universidad Politécnica de Vallecas en las que 15 personas, veteranos y noveles, disfrutamos con en torno al balón gigante. Una sesión en la que por un lado se bajaron algunos excesos navideños, por otro se preparó un poco el próximo torneo de Iscar, y por otro mejorar aspectos básicos del juego. Un día muy completo. Y por la tarde estuvimos en la Liga de Madrid de KIN-BALL.
El último entrenamiento del 2018 nos llevó al CDM Las Cruces de Aluche. Allí, una vez más, tuvimos un entrenamiento de esos que te enamoran de este deporte: buen rollo, grandes momentos y gente con ganas de conocer lo de la pelota grande. Además, se le entregó a Esther el III Premio Espíritu B105, el galardón que reconoce a quienes muestran y representan los valores del Club. Este último entrenamiento del año ha sido el resumen perfecto de lo que ha sido este 2018 para el B105 KIN-BALL Club: un grandísimo año. Ahora, a por el 2019.
Veteranos expatriados. Noveles cargados de ganas. Padres e hijos. Madres e hijas. Madres e hijos. Un entrenamiento con buena presencia femenina (y todavía por mejorar). Un entrenamiento realmente genial el que hemos tenido esta semana en el Pabellón de la Universidad Politécnica en Vallecas. La verdad es que cuando tienes dos horas de KIN-BALL así todo es mucho mejor. Este deporte es mucho mejor.
Este sábado no dejamos de entrenar, y esta vez nos tocó subirnos a nuestra casa en el norte, el Pabellón de la Universidad Autónoma de Madrid. Una semana más tuvimos una cara nueva que apunta muy buenas maneras, lo que siempre refuerza las ganas de seguir luchando porque el KIN-BALL en Madrid crezca. Tratamos de seguir mejorando nuestro juego en partido, y lo pusimos en práctica.
En el primer sábado de diciembre no nos quedamos sin poder disfrutar de un entrenamiento de KIN-BALL. Madrugamos un poquito más de lo habitual para reunirnos 9 socios y abonados junior con ganas de seguir mejorando mientras pasamos un buen rato sudando con nuestra pelota gigante. Además, seguimos viendo que la gente joven tiene ganas de jugar al KIN-BALL en Madrid. Que no se nos olvide darles las gracias tanto a Grimpi como a Serrano, nuestros hermanos en el norte.
